miércoles, 30 de octubre de 2013

La Revolución De Los Precios ( Kriedte)

Durante la segunda mitad del siglo XV se dio una fase de crecimiento: aumento de población, expansión de la agricultura y manufacturas, los mercados penetran en ultramar, aumento del comercio y del circulante de dinero. Al mismo tiempo subieron los precios de los productos alimenticios. Esa inflación Bodin la atribuyó a las importaciones de plata de América  pero sus causas eran más profundas. 
Crecimiento de la población. Fue paulatino y con diferente intensidad en diversas regiones de Europa. 
En la alta edad media se habían creado mecanismo de control para impedir que se produjera una tensión entre población y recursos, a mediados del XV, al haber tierras en abundancia, esos mecanismo se aflojaron. El crecimiento de la población tuvo más que ver con una menor mortalidad que con una mayor fertilidad. 
Expansión de la agricultura. Fueron factores determinantes de la crisis agraria de la baja edad media un proceso de extensificación y otro de intensificación. En el siglo XVI bajo una población en aumento era necesario invertir el proceso de extensificación y mucho menos el de intensificación. Pero fue necesario algo más: explotar nuevas tierras, desmontar nuevos campos y praderas, desecar pantanos y diques. 
Las relaciones de producción agraria tomaron rumbos diferentes en Europa Occidental (comienzos de una agricultura comercial en Inglaterra) y en la centro-oriental y oriental (refeudalización). El Elba fue la una línea divisoria socioeconómica. Se complementaron agricultura-ganadería. 
La explotación rotativa incidiría en la estructura social de la aldea, sólo se podía pensar en ella si el campo se había cercado, éste fue el fin de campos abiertos (open fiels), y el triunfo del individualismo agrario. Además el crecimiento de la población había desencadenado el asalto a las tierras comunes y elevado los precios. La demanda era de productos alimenticios y de lana de la industria textil inglesa, esta última forzó la comercialización de la agricultura inglesa, convirtiéndose en el precursor del capitalismo. 
Los terratenientes fueron los precursores del cercamiento, ellos pasaban una difícil situación: las rentas eran estacionarias y los precios subían. Algunos señores podían elevar las rentas, o bien incorporar las tierras de los campesinos al dominio del señor, cercándolas y luego arrendándolas. 
Las tensiones por el crecimiento de población aparecieron en el continente con mayor intensidad (excepto en Países Bajos) que en Inglaterra. La ganadería fue sacrificada en beneficio de la agricultura y la tendencia básica fue la sustitución de la enfiteusis por el arrendamiento. Francia estaba más atrasado que Inglaterra.(El autor analiza diferentes países de Europa). 
La refeudalización de la agricultura de Europa centro oriental y oriental fue el contraste más extremo del surgimiento de la agricultura comercial de Inglaterra. El punto de referencia ya no era la propiedad feudal sino el mercado mundial. Hubo dos tipos de dominios señoriales: los orientados al mercado de exportación y otro al mercado interno. 
Manufacturas, comercio y finanzas. La crisis de la Baja Edad Media afectó menos a la manufactura que a la agricultura puesto que sus productos tenían una demanda elástica respecto del ingreso. Las manufacturas pueden salir de la crisis por el impulso de los mercados de ultramar, disminuye la demanda de manufacturas por la reducción del poder adquisitivo. Hay exclusividad para productos de primera necesidad (alimentos). 
Las colonias americanas (XVI) adquieren importancia como mercados para los europeos. Francia, Países Bajos e Inglaterra llevan la delantera, ésta última en la Baja Edad Media había pasado de exportar lana a exportar paños, ganan terreno las "new draperies", su éxito se debía a que eran más baratos, livianos y agradables satisfaciendo la tendencia de la moda y a un número más amplio de compradores. 
La manufactura textil seguía siendo en la mayoría de los casos en las ciudades, pero en la segunda mitad del XVI, se extendería al campo. Se asentó en los pequeños cottages de los productores agrarios con poco o nada de tierras, organizada de forma artesanal o en forma de economía familiar; no solo las mercadería terminadas sino también la compra de materias primas habían pasado al capital comercial, apoyándose esos productores cada vez más en los comerciantes. De vez en cuando algún productor podía transformarse en empresario, con frecuencia lo hacían los que tenían en sus manos la última fase de producción, el acabado ( tintoreros). 
En las esferas económicas el primer lugar era para la circulación, eran el comercio el que dominaba a la industria sin penetrar en la producción. El trabajo domiciliario permitió dirigir la producción desde la esfera de la circulación. El comercio tuvo la función de formación de capital. 
El comercio en el siglo XVI, aumentó en Europa en todas partes, el mercado europeo comenzó a convertirse en mercado mundial. El comercio de ultramar estaba determinado por los metales preciosos y especias, estos productos facilitaron la acumulación de capital, pero al mismo tiempo lo mantuvo alejado de la esfera de la producción y contribuyó a conservarlas relaciones de producción. 
Comenzaron a perfilarse las líneas básicas de un mercado asimétrico, entre metrópoli (productor de manufacturas), y periferia ( produce alimentos, metales, otros). Básico para este sistema era la diferencia fundamental en la organización del trabajo: el formalmente libre, el esclavo y servil en el otro. En la segunda mitad del XVI, comenzaron a surgir las sociedades de capital debido a las necesidades que surgían de los grandes negocios a largo plazo relacionados con el comercio a zonas distantes, superando a las sociedades personales, así se podían repartir entre mayor número de interesados los riegos de las empresas. 
El sistema de crédito se expandió siguiendo las necesidades del creciente comercio, hasta la segunda mitad del siglo XVI, Amberes y Lyon eran los principales centros financieros. Otra base para el florecimiento de las altas finanzas fue el crecimiento de las necesidades monetarias de los Estados. 
Revolución de los precios y el proceso socioeconómico. Es preciso al hablar de revolución de los precios analizar el entorno económico y social de la elevación de los precios. 
El precio de los cereales subieron, pero las manufacturas no aumentaron en la misma proporción. Algunos autores atribuyeron el aumento de los precios al aumento de la cantidad de dinero circulante, pero es mucho más el reflejo que la causa de ese proceso de crecimiento. Las discrepancias de precios hacen que sea probable que otras fuerzas, hayan desencadenado la revolución de los precios, correspondiéndoles a la plata española una importancia secundaria. 
La diferencias en la evolución de los precios de los productos alimenticios y los manufacturados solo pueden explicarse por la diferente elasticidad de demanda de ambos grupos de bienes ante una población en crecimiento. La demanda de bienes de primera necesidad vital no es elástico, la subida de precios no provoca una disminución de la demanda. Si se expande la población y la oferta no hace lo mismo, los precios de los productos alimenticios aumentan más que los manufacturados. Esto es lo que sucedió. 
La agricultura cayó en las redes de la ley de rendimientos decrecientes de la tierra: la extensión de la economía cerealera hizo que se redujera la fuerza de tiro y cantidad de abono brindada por la ganadería, por ello la productividad disminuyó. Se hizo necesario más tierras pero daban un rendimiento más bajo al ser tierras marginales. 
El aumento inflacionario de los precios era la cara externa de dicha revolución. Paralelamente se produjo en el ámbito de la distribución del ingreso un crecimiento de la renta de la tierra y una caida de los salarios reales. La nobleza rural alcanzó buenos resultados cuando amplió sus explotaciones y las arrendó, como en Inglaterra y el oeste de Francia, o las explotó directamente con trabajo servil, como en europa centro oriental. 
Las razones para la caida del salario real son evidentes: el crecimiento de la población multiplicó la oferta de fuerza de trabajo, sin que aumentara proporcionalmente su demanda, además el descenso de la productividad provocó el descenso de los salarios, los que dependían de ese salario fueron arrastrados a la marginalidad, junto con productores agrarios con tierras mínimas. 
Esta dinámica del siglo XVI desembocó en una crisis general. El rápido aumento de la población que había sido impulso del crecimiento se convirtió en una traba que lo contuvo. Mientras se estancaba o disminuía la producción de alimentos, el número de personas aumentaba, creciendo la brecha entre población y recursos. Los precios subían, se agudizaban los conflictos entre campesinos, señores feudales y el estado por la distribución del producto agrario. La compra de productos manufacturados se limitaba cada vez más. 
Todo esto desencadenó una agudización de la distribución desigual de la propiedad y el ingreso. Procesos de pauperización y proletarización coexistían con el proceso de acumulación. Algunos caian en la marginalidad y otros conseguían ampliar sus propiedades. 
La exacción del plusproducto campesino encontró en la revolución de los precios dificultades, la clase feudal necesitaba hacer un esfuerzo para mantener la tasa feudal mientras subía la renta de la tierra. La vieja nobleza de espada francesa se empobreció, se afirmó cuando puso adecuar la explotación de sus bienes a las condiciones de la época en que subian los precios agrarios. En Inglaterra mientras prosperaba la gentry, junto a los yeomen eran los conductores de la modernización agraria. 
Mientras las clases inferiores retrocedían a causa del desarrollo inflacionario, los grupos económicos principales, especialmente comerciantes, participaban del auge y mejoraban su posición  Las crecientes tensiones dentro de la estructura social se descargaron en estallidos violentos, levantamientos y revueltas. El campo se conflictos más importante fue la servidumbre: si bien se había debilitado desde fines del XV la situación económica de los campesinos no se había distendido sino empeorado 
La estratificación estamentaria feudal recibido de la edad media se mantuvo hasta bien entrada la edad moderna, en Inglaterra habían surgido una dimensión profesional (comerciantes, jueces, clero, administrativos) lograron constituirse como jerarquías de status independientes. Para la gentry inglesa el comercio era cada vez más atractivo, en el continente se fortaleció la adquisición de tierras (sobre todo en Francia) y la obtención de cargos. Amplios sectores de la burguesía francesa ascendieron a la clase feudal como noblesse de robe. Las dificultades económicas de la noblesse d´éppé le abrian a la corona francesa la posibilidad de quitarle todas sus funciones estatales y de eregir con la ayuda de la noblesse de robe un sistema absolutista.

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