domingo, 30 de agosto de 2015

EL MONOPOLIO ESPAÑOL CON EL VIRREINATO CONTRABANDO DE MERCADERIA INGLATERRA

SISTEMA COMERCIAL ESPAÑOL: EL MONOPOLIO ESPAÑOL

El objetivo del monopolio español era obtener las ganancias exclusivas de los productos comerciados con las colonias de América y evitar la competencia de otras potencias europeas como Inglaterra, Francia y Holanda. España exportaba a América cerámica, calderos, sal, hilos, armas, tabaco, mercurio, espejos, papel, sellado, barajas y vidrio; e importaba cuero, sebo, tasajo y algodón. Aquí se puede apreciar el defasaje entre los productos que se importaban y los que se exportaban.
En un principio, se habilitó un solo puerto en España, el de Sevilla, y más tarde, el de Cádiz. Desde allí enviaban la mercadería a los puertos americanos de Veracruz (en México) y Portobelo (en Panamá), mediante una flota compuesta por barcos mercantes y galeones de guerra, que defendían a aquéllos de los ataques de los piratas.
Las mercaderías partían de España dos veces al año y llegaban a Veracruz entre diciembre y enero, y a Portobelo, en agosto. Desde allí eran repartidas todas las colonias por distintas rutas comerciales. Los productos que llegaban a Buenos Aires seguían el siguiente camino: del puerto de Cádiz (España) llegaban al de Portobelo; de allí se dirigían al Callao y bajaban a Lima, desde donde arribaban finalmente, á Buenos Aires.
De esta manera, las mercaderías tardaban muchos meses en llegar a destino, por la distancia que debían recorrer, y su precio se enormemente a causa del transporte. Además, muchas de ellas llegaban en mal estado.
Todo esto llevó a un hecho que fue tomando, poco a poco, gran importancia contrabando, es decir, la introducción de mercancías en forma ilícita, sin pagar los derechos de aduana. Inglaterra, Francia, Holanda y Estados Unidos contrabandeaban intensamente productos como ginebra, espejos, tejidos, seda, perfumes, adornos, vajilla, tabaco, agujas, telas, clavos, cuchillos y objetos varios Por supuesto eran mucho más baratos y las ganancias que obtenían los contrabandistas superaban el 200%.
Para tratar de cortar el contrabando, España concedió a Francia el permiso de asiento de negros y a Inglaterra, el derecho de negociar con esclavos por un periodo de 30 años, a través de los llamados navíos de permiso (uno solo por año).
En esta época es cuando se nombra á Buenos Aires capital de provincia y su actividad comercial, basada eh el contrabando, era intensa.
Buenos Aires se había convertido entonces en una ciudad de cambio , especie de feria internacional donde a falta de abundante producción propia, se introducían clandestinamente mercadería del exterior que luego se revendía en el Tucumán y Alto Perú. Como la producción local no alcanzaba valor suficiente para pagar tales introducciones, también se exportaba de contrabando productos con metálico del Perú cuya extracción estaba rigurosamente prohibida.
De esta forma el contrabando casi había roto el monopolio español. Por entonces en 1809 lo ganaderos de Bs. As. y los comerciantes españoles , ayudado por Mariano Moreno, presentaron la Representación de los Hacendados, mediante el cual solicitaban el libre comercio de sus productos. Esto fue lo que provocó la Revolución de Mayo un año después , proceso que culminó en 1816, con la independencia.
PARA SABER MAS…
El Sistema Comercial Español: La explotación de metales preciosos también fue el centro de la organización del comercio ultramarino. Una ruta comercial por donde circulaba la plata, y las monedas acuñadas con ella, unía América con España. Esta ruta privilegiaba los principales centros económicos americanos, México y Perú, desde donde se enviaba a España la plata, a cambio de manufacturas y artículos de lujo producidos en España y en otros países de Europa. España estableció un monopolio comercial para evitar que los países europeos se beneficiaran con las riquezas americanas.
Todos los productos que se dirigían a América y que llegaban de América debían pasar por el puerto de Sevilla. También prohibió a sus posesiones americanas comerciar con otras naciones y sólo abrió unos pocos puertos para el comercio con España. El transporte de las riquezas americanas se hacía a través de flotas, que circulaban protegidas por la Armada española. Año a año partían las flotas de España al Caribe; al llegar allí sus rutas se dividían.
Una ruta se dirigía a Veracruz, en México, desde donde las mercaderías se distribuían por toda Nueva España. La otra ruta llegaba a Panamá. Allí se conectaba con la ruta del Pacífico, cuyo centro era el Perú a través de su puerto, El Callao, cerca de Lima. Todos los puertos fuera de estas dos rutas estaban cerrados al comercio legal español.
La plata fue el centro de la organización del comercio de largo alcance. La producción de plata, y las monedas acuñadas con ella, eran el motor de una ruta comercia]’ que unía América con España. La ruta privilegiaba los principales centros económicos americanos, Nueva España y Perú, desde donde se enviaba a España la plata a cambio de manufacturas y artículos de lujo.
España mantuvo pocos puertos abiertos para el comercio, e implemento un monopolio comercial, ya que prohibió a sus posesiones americanas comerciar con otras naciones. Todos los años partían flotas de España al Caribe; al llegar allí, sus rutas se dividían.
Una ruta se dirigía al puerto de Veracruz, en Nueva España, desde donde las mercaderías se distribuían por todo el virreinato. La otra llegaba a Panamá, donde se conectaba con la ruta del Pacífico, cuyo centro era el puerto de El Callao -muy cerca de Lima- en el Virreinato del Perú.
Todos los puertos fuera de estas dos rutas estaban, teóricamente, cerrados al comercio legal español. Una consecuencia de esto, importante para la historia del Caribe y del Río de la Plata, fue el contrabando o comercio ilegal, por medio del cual una cierta cantidad de plata se escapaba del control español.


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