La sociedad surgida tras la
conquista de América incorporó muchas de las características que ya existían en
la sociedad española de la época. En Europa, la consolidación de las monarquías
absolutistas había contribuido a la formación de sociedades muy jerarquizadas,
con una reducida movilidad social. Habituados a este tipo de modelo, los
españoles que llegaron a tierras americanas intentaron reproducir la
organización social que conocían.
Apenas comenzado el proceso de conquista, los grupos
sociales se organizaron en relación al color de la piel y el origen familiar.
Por un lado los “blancos” es decir, los europeos y los
hijos de europeos que habían nacido en América (llamados criollos). Los “blancos” eran el grupo privilegiado.
Eran los únicos que podían gobernar y ocupar posiciones de poder. Por otro lado
quedaba la mayoría de la población, “los
indígenas” (o indios), considerados
inferiores y sometidos al gobierno de los conquistadores y sus hijos.
Con el paso del tiempo, la llegada de esclavos africanos
vino a modificar esta situación, pues se incorporó un tercer grupo social, el
de “los negros”.
Paulatinamente, estos
distintos grupos sociales comenzaron a relacionarse y a tener descendencia,
originando un fenómeno conocido como mestizaje, por ejemplo, cuando un “blanco” español tenía hijos con una
mujer indígena o africana. Este llevó a que se fuera generando un complejo
sistema de castas, con grupos diferenciados entre sí según el tono de la piel,
su origen social y su posición en la escala social.
Los
blancos
Constituían el sector más elevado de la sociedad
colonial. Si bien su número era reducido, tenían privilegios por sobre el
resto, y eran los únicos que podían de
ocupar puestos de gobierno. En este grupos se incluían los encomenderos, los
hacendados, los comerciantes, los funcionarios, la nobleza y quienes ocupaban
los cargos más altos de la administración civil y de la iglesia.
A medida que la corona se fue consolidando su dominio en
América, nuevos grupos peninsulares se desplazaron a la región, aunque eran
rechazados por los conquistadores primero se habían instalado allí. Esto genero
tensiones entre los propios españoles, ya que las principales posiciones
políticas y las actividades económicas más rentables siguieron controladas por
el mismo grupo, mientras que los recién llegados debían dedicarse a actividades
menos relevantes, como el comercio minorista, la producción agrícola o el
transporte de mercadería de una región a otra.
Otros conflictos se
originaron entre los españoles peninsulares y los españoles criollos (hijos de
europeos, pero nacidos en las colonias). En general, estos últimos se dedicaron
al comercio o al ejercicio de alguna profesión liberal (escribanos, abogados o
médicos), pero tenían fuertes restricciones para ocupar cargos más elevados en
la administración o en la instituciones eclesiásticas, ya que la Corona
privilegiaba a los nacidos en la metrópoli, Están diferencias también se
expresaron en la discriminación que debían sufrir los criollos por parte de los
peninsulares, que los consideraban de menos nivel Social
Los indígenas
La situación de los
indígenas en el sistema colonial era muy mala. Así lo que muestra, por ejemplo,
el debate que mantuvieron los españoles acerca de si podían ser considerados
personas o debían ser tratados como animales.
De todas formas, no todos
los indígenas se hallaba en la misma posición. Cuando llegaron a América los
españoles, en especial en culturas que habían originado grandes organizaciones
estatales, con grupos sociales diferenciados, entre las culturas originarias.
Aprovechando este hecho, los conquistadores fomentaron el desarrollo de una
élite indígena que, si bien estaba
subordinada a los españoles, tenía privilegios frente al resto de los
pobladores originarios. Para
poder conservar sus posiciones de privilegio, los miembros de la élite indígena
adquirieron los valores y las costumbres de la cultura europea y desde entonces
comenzaron a servir como intermediarios
entre la corona y la gran masa de habitantes nativos de América.
Por otro lado, el resto de
los indígenas era empleado como mano de obra forzada en las minas o en
haciendas para la producción agrícola. Estaban obligados al pago de un tributo,
y aunque formalmente era súbditos libres, en la práctica se hallaban a Merced
de los conquistadores.
Los
esclavos
En la parte más baja de la pirámide
social, en tiempo de la colonia, se ubicaban esclavos africanos. Sus
condiciones de vía eran particularmente duras, ya que no tenían ningún derecho:
sus amos podían decidir incluso quitarles la vida.
A medida que aumento el
trafico de esclavos, su presencia se difundió por distintas zonas del
continente. El símbolo que indicaba que un esclavo había sido traído legalmente
a la colonia (es decir, que se habían pagado los impuestos correspondientes)
era una marca de hierro incandescente que se les grababa en la espalda o en el
pecho.
La mayor parte de los esclavos trabajaba en las grandes
plantaciones de caña de azúcar o algodón. También, muchas veces, era utilizados
en los lavaderos de oro, como en la zona del caribe, como en la zona del Caribe,
o en las minas de metales preciosos de México o Perú. En otras ocasiones eran
empleados para trasladar productos de una región a otra y para diferentes
servicios en instituciones civiles o eclesiásticas. Finalmente, en algunos
casos se los utilizaba como trabajadores domésticos en las fincas de los
españoles más adinerados.
Las castas
Las distintas castas que existían
en la sociedad colonial estaban formadas por hijos de padres y madres de
distinto origen. Eran considerados inferiores por los blancos, quienes se
preocupaban por mostrar su “pureza de sangre” ya que contar con indígenas o
esclavos africanos como familiares implicaba disminución de su categoría
social. Ya que en el siglo XVIII se formalizo un sistema en el que la
pertenencia a cada casta se determina por la cantidad de sangre “ blanca “,
indígena o negra que predominara en cara persona.
La casta más numerosa es la
de los mestizos (hijos de español e indígena) Menos numerosos eran los mulatos
(hijos de blanco y mujer africana) los zambos,