lunes, 18 de marzo de 2013

Invasión al Tahuantinsuyo

Luego del descubrimiento de América (Guanahani) por parte de los europeos el 12 de octubre de 1492, se inició la exploración e invasión del territorio continental americano por parte de los españoles, ello provocó un choque cultural violento que mezclo una serie de pueblos , el español-negro e indígena, que dieron a luz a una nueva América.


El conquistador del imperio de los Incas (Perú) fue don Francisco Pizarro (bastardo extremeño) quien luego de explorar las costas del Tahuantinsuyo en su segundo viaje (1526-1528) consiguió que la corona española le diese la capitulación de Toledo con la cual pudo tomar el Perú (Nueva Castilla) en nombre del rey Carlos I Habsburgo. En 1532 Francisco Pizarro terminaba su tercer viaje con la captura del Sapa Inca Atahualpa (que había derrotado a su hermano Huáscar) en la llacta de Cajamarca el 16 de noviembre, con ello empezó a desmoronarse la estructura política y administrativa del Tahuantinsuyo. El inca Atahualpa para evitar que los españoles entren en contacto con Huáscar mando a que lo ejecuten. Los españoles asesinaron al inca Atahualpa en 1533 (“previo juicio”); los invasores españoles fueron muy hábiles pues aprovecharon las divisiones entre los Incas y las etnias sometidas a su poder para conseguir aliados, siendo los más importantes los Huancas y Cañaris. Los españoles consiguieron derrotar a los soldados leales a Atahualpa con el respaldo de Manco Inca, éste al darse cuenta que los hispanos no eran Wiracochas (debido a sus acciones) escapó e inicio la resistencia. La guerra de reconquista realizada por Manco Inca se inició en 1536, se atacó las ciudades de Lima y Cusco, lastimosamente las fuerzas incaicas no pudieron tomarlas, para 1538 Manco Inca (llamado Manco Cápac II por los españoles) intenta una segunda ofensiva, pero sus esfuerzos volvieron a fracasar, Francisco Pizarro contaba con el apoyo del Inca Paullo y fuerzas nativas (Huancas, Cañaris y otros). Luego de su fracaso, Manco Inca se retiró hacia Vilcabamba, allí fue asesinado por almagristas a los cuales les había dado refugio. Los incas siguieron resistiendo en Vilcabamba, luego de la muerte de Manco Inca asumió el poder el “inca niño” Sayri Túpac quien terminó aceptando el requerimiento planteado por el virrey Andrés Hurtado de Mendoza en 1558 (reinado de Felipe II). Al morir Sayri Túpac, los incas refugiados en Vilcabamba nombraron como nuevo soberano a Titu Cusi Yupanqui. Titu Cusi Yupanqui continuó la resistencia contra los invasores, luego entró en negociaciones con el gobernador Lope García de Castro, como producto de dichas negociaciones se llegó a la “Paz de Acobamba”(aprobada por Felipe II en 1569), por ella se permitió que ingresen sacerdotes agustinos a Vilcabamba. En 1571 Titu Cusi Yupanqui murió, los indígenas culparon a los agustinos y los ejecutaron, luego procedieron a nombrar como emperador a Túpac Amaru. Los españoles enviaron embajadores a Vilcabamba, aún no sabían del cambio en la elite de poder Inca, dichos embajadores fueron asesinados por los indígenas que estaban en pie de guerra, el nuevo virrey Francisco de Toledo entonces decidió atacar Vilcabamba. Finalmente los españoles tomaron el último reducto inca y capturaron a Túpac Amaru, éste fue ejecutado en la plaza principal de Cusco por orden del Virrey Toledo (1572), con dicha muerte se inició el mito de Inkarri (la vuelta del Inca).

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